vuelve a mí la noticia de tu muerte madre padre
y parece que moriste esta mañana y no hace cuatro años ya
tres
me aplasta esta orfandad donde no hay brazos que me levanten
besos que me consuelen
me agota este vacío
esta certeza de no tener donde volver
suelto
se ha ido tu voz
padre madre
tus plantas
tu escuadra y tu trasportador de madera
tanta lluvia y tanto ardor han ido diluyendo el patio trasero
de tu casa
con sus luidos tendederos
su nochebuena que floreaba a destiempo
y su cobertizo donde guardabas tus cazuelas madre
tus herramientas de carpintería padre
y vuelve a mí la noticia de tu muerte
cercana
latente
y este llanto que no cesa que no cede
este llanto que me obliga a deambular en las madrugadas por
los pasillos de casa
mientras ellas duermen
y ustedes mueren
otra vez
intento conservar el timbre de tu voz y tu silbido
tu sazón en el chile∙de∙papas
la estación de radio que escuchabas
tu mirada triste cuando te pintabas los labios frente al
espejo del tocador
pero vuelve el cristal de tu ataúd desde donde vi tu rostro
impenetrable con el sombrero huasteco sobre tu pecho
viene a mí tu cuerpo vacío sobre la cama
y la mañana entrando cabizbaja por el ventanal
sin ruido
opacando (atrás de todo) el llanto de mis hermanos
y yo aquí
ahora
sintiéndote morir otra vez madre padre
insisto en perpetuar los baños de agua∙de∙sol
tus jacarandosas carcajadas
las decenas de jarros y cazuelas que te dio por ir acumulando
cuando envejeciste
los anillos de coyol que tallabas en tus ratos de ocio
las cobijas que oreabas debajo de este sol pahuateco
desparramándose en el patio de casa
donde tantas veces
tantas veces
tantas veces
me eché a tus brazos
padre madre
me empeño en tu recuerdo
en los libros abiertos en tus manos
en tu anecdotario de cosas imposibles
en el morral de tela terciado sobre tu hombro
en tus palmas diminutas
en tus viajes a caballo por la sierra en pos de la enseñanza
pero vienen otra vez las enfermedades a devastarte madre padre
viene otra vez tu muerte con sus murmullos
a recordarme que huérfano yo desde esta mañana y para siempre
pese a tus estilográficas que resguardo
y a las pilas de fotografías que te dio por colgar en las
paredes cuando envejeciste
y los aromas huastecos que te nombran
vuelve a mí la noticia de tu muerte padre madre
ya lo he dicho
y parece que moriste esta mañana
y no hace cuatro años ya
tres.