la lectura dramatizada es un ejercicio
oral/escénico donde la responsabilidad de crear una experiencia estética en el
público recae casi exclusivamente en dos factores:
1) “la lectura” (tono, ritmo,
cadencia, armonía, pausa, silencio, etcétera)
y 2) “el texto” (verosimilitud,
implicación emocional, pulsión poética, trama, historia, etcétera).
no hay más elementos en escena
que un autor/personaje/lector, un taburete y un atril donde descansa el texto.
todo lo demás (las imágenes, el
desarrollo de la historia, los estados emocionales, la reflexión, la atmósfera,
las evocaciones, el universo de la ficción) es construido por los dos elementos
dichos antes:
la lectura y el texto.
damos y caballeras, nos vemos
mañana.
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